La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria dictamina que las ciruelas pasas no tienen efecto laxante.
La UE ha dictaminado que las ciruelas pasas no tienen efecto laxante y los productores no pueden decir que sí lo tienen en las etiquetas al comercializar su producto. A pesar de la creencia desde hace mucho tiempo que las ciruelas pasas son buenas para mejorar la función intestinal, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha descartado esta posibilidad.
Sus expertos afirman que era “insuficiente” la evidencia de un vínculo entre las ciruelas secas y la función intestinal normal, después de analizar durante dos años tres estudios de consumo de ciruela pasas. En estos estudios, se confirmó que no había diferencia significativas a la hora de ir al baño entre los participantes antes o después de comer las pasas. Ahora los 27 países de la UE deberán cumplir con estrictas nuevas normas sobre el etiquetado de estos alimentos.
Este anuncio de la Comisión Europea sigue al que también hace poco prohibió a los fabricantes de alimentos anunciar en las botellas de agua que beber líquido puede reducir el riesgo de deshidratación. La decisión estuvo precedida por un examen científico de tres años y concluyó que los fabricantes no podía anunciar esa característica, al considerarse que incurrían en publicidad engañosa.
En este caso se le había pedido a la autoridad alimentaria europea que investigara denuncias en torno a si era verdad que las ciruelas pasas garantizaban el normal funcionamiento gastrointestinal.
Ante el anuncio de la decisión, un eurodiputado británico, el Liberal Demócrata Graham Watson, ha retado al comisario responsable de la salud y la política de los consumidores,John Dalli (en la foto), a un concurso de comer ciruelas, a ver quién es el primero que se va corriendo al WC. Planteó la cuestión en Estrasburgo después de que la UE se negara también a reconocer el alto contenido de fibra de frutas como las granadas o las bayas.
Según este eurodiputado, el Comité Consultivo de la Comisión Europea que hace este trabajo ha rechazado el 95 por ciento de las reclamaciones de alimentos de origen vegetal, tal vez, en muchos casos con buenas razones; pero lo que ha hecho saltar al bloque británico, tan acostumbrado a mezclar pures de ciruelas con puntualidad británica para ir al trono, es que entre las reivindicaciones se rechazara la afirmación de que las ciruelas tienen un efecto laxante.
Y no les falta razón, pues sí que es cierto que las ciruelas tienen propiedades contra el estreñimiento, que les vienen otorgadas por su riqueza en fibras, especialmente en pectina y fructosa, fibras que aumentan el volumen de materia en el intestino grueso, lo que produce un aumento de las contracciones intestinales, estimuladas por la presencia de tanta materia acumulada.
Es en la parte que pone laxantes donde Europa, le pese a los británicos, se ha plantado, aunque las ciruelas contengan sorbitol y otra sustancia llamada dihydrophenylisatin que también tienen estos efectos. Sin embargo, la mayoría de estos constituyentes requieren de más pruebas científicas.
Fue en febrero pasado cuando un documento de la EFSA informó de la decisión:
“El Grupo Especial concluye que las pruebas aportadas son insuficientes para establecer una relación de causa y efecto entre el consumo de ciruelas secas (Prunus domestica L.) y el mantenimiento de la función intestinal normal”.
“Si alguna vez hubo un episodio que demuestra la locura del gran proyecto europeo, entonces es éste”, ha clamado el diputado conservador británico Roger Helmer en el Daily Telegraph, quizá con ganas de vaciarse a gusto. Con puré de ciruelas, of course.
La opinión científica: Scientific Opinion on the substantiation of health claims related to dried plums of ‘prune’ cultivars (Prunus domestica L.) and maintenance of normal bowel function (ID 1164) pursuant to Article 13(1) of Regulation EFSA Journal.
vía Forbes y Digital Journal
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